®Todos los derechos reservados. Autor del documento: Arturo Ponce de León para Psicogeometría México. Colaboración: Ninón Fregoso.Se autoriza la reproducción del material contenido en este sitio siempre y cuando se cite la fuente y se respete la integridad del texto.
Extracto del libro "El Poder de la Vida en la Geometría Sagrada y la Arquitetura Biológica de Arturo Ponce de León y Ninón Fregoso" Adquierelo aquí
Son sólo 5 sólidos pues ninguna otra figura geométrica cumple con las condiciones descritas anteriormente. Son nombrados tetraedro (4 triángulos), hexaedro (6 hexágonos), octaedro (8 triángulos), icosaedro (20 triángulos) y dodecaedro (12 pentágonos). Cada uno de estos sólidos está asociado a diferentes cualidades de la energía/materia y están descritos por los cinco elementos conocidos desde la antigüedad y recuperados por todas las tradiciones: fuego, tierra, aire o metal, agua y éter o madera, respectivamente.
< Ciclo constructivo de los elementos y su relación con
los sólidos platónicos
La sociedad pitagórica tenía estrictamente prohibido enseñar el quinto elemento, el dodecaedro, pues está asociado directamente a la vida. Sin embargo, nunca dijeron de qué manera estaba asociado. Ahora lo sabemos. Es un dodecaedro la forma que tiene la base de la vida: el ADN es un dodecaedro desdoblado a lo largo de una doble hélice. En la tradición del Cuarto Camino, se habla de cinco centros de comando: sexual, motriz, emocional, intelectual e instintivo. En Psicogeometría, hemos logrado identificar cinco toroides básicos con sus respectivas funciones, y se puede aplicar estas cualidades tanto en la subjetividad como en la objetividad. La Geometría Sustentable es el puente de unión entre lo objetivo y lo subjetivo, ya que busca crear fractalidad como sustento de la Conciencia.
Los pitagóricos estaban fascinados por los sólidos regulares, sobre todo por el dodecaedro (debido a la presencia del emblemático pentágono en sus caras), que lo relacionaban de forma mística con el Cosmos y guardaban celosamente el secreto de su construcción, hasta el punto de fraguar la leyenda sobre el terrible fin de quien osó divulgar sus misterios.